Estás leyendo esto mientras yo ya no estoy aquí, dónde el sol siempre calienta, dónde la lluvia inunda las calles, dónde las familias son grandes, dónde el ahorita no tiene un significado exacto.
Escribo esto fechado el día 30 de Noviembre del 2022 a las 8:36 pm en Tlalnepantla de Baz.
Comienzo.
Han pasado varios meses, hasta tu nueva aparición; hace unos días atrás. Es cierto lo que te dije llevaba dos semanas soñando contigo, y apareciste en mi casa un Domingo por la tarde.
¿Qué pensé? Aún recuerdo la primera impresión cuando salí y tu ya te ibas, nos abrazamos y sentí como por dentro te desmoronabas. Solo quería sostenerte y esperar que la calma llegara.
Me pregunté, si debía abrirte o solo dejarte ir, pero sé que tenía que salir.
Hablamos de muchas cosas y la noche llegó rápido, es como lo dijiste, todo fué como antes, como si el tiempo no hubiese pasado.
Recuerdo que me platicaste todo lo que habías hecho durante estos meses, y me alegró demasiado saber que hiciste algo todo este tiempo. Aunque en ese momento no eras capaz de ver lo mucho que has logrado... yo sí. Y espero que ahora lo veas.
Me dijiste algo muy lindo y es que estabas orgulloso de mi, lo extraño es que cuando estuvimos juntos jamás te sentí orgulloso de mí, no es algo que vamos por la vida diciendo a las personas. Pero es lindo cuando no lo esperas y te lo dicen. Gracias
Tal vez me hubiera gustado decirte eso también, pero no quería que sintieras que lo decía por que tu me lo dijiste, pero hoy quiero decírtelo.
Yo también estoy orgullosa de tí, creciste mucho en todos los aspectos, aunque solo debes silenciar esa voz interna que duda de las cosas, hay cosas que deberías hacer sin pensarlo tanto.
Siempre admiré tu forma de aventurarte, en muchas ocasiones me ayudaste a calmar mis miedos y a dejarme llevar.
En los últimos años noté que te convertías en un hombre más cariñoso, más sensible, más sincero, más responsable, jamás faltabas a tus deberes, desde la escuela hasta tu trabajo, y yo siempre buscaba un pretexto para faltar a mis deberes.
Tal vez nunca lo notaste pero sufrí depresión estos años, aunque tenía muchas cosas yo no era feliz, yo no me sentía completa.
¿Y ahora? Hay días buenos y hay días malos, por que aún no he encontrado mi camino, siento que estoy en ese momento de encontrarlo, disfruto el día a día. A veces salgo, a veces me quedo en casa, conozco gente platico con ellos, y algunas veces he encontrado algunas respuestas a mis pensamientos en esas pláticas tan sencillas.
Me he dado cuenta que idealizo mucho las cosas, hay personas que me han dicho que tiendo a sobre pensar, desde algo muy pequeño hasta algo más grande. Y que debería dejar de hacerlo y solo vivir el momento, por eso es que te digo que deberías hacer las cosas sin pensarlo tanto.
Y así es como hoy, me encuentro abordando un avión, sin pensar las cosas, y que venga lo que tenga ser.
No es un adiós, es un hasta pronto. Seguro la vida nos pondrá en algún plano en un futuro, pero quiero decirte que yo también Te amé, que yo también sufrí, que yo también tuve miedo, que yo también dudé, pero eso me ha dado fuerzas para seguir adelante.
Estoy acá para desearte desde el fondo de mi corazón: Felicidad, que lleguen nuevos proyectos, nuevas aventuras, nuevos amores, nuevos recuerdos, pero sobre todo quiero iluminar tu camino cualquiera que sea, y que Dios siempre camine a tu lado.
Llegó mi momento, a ti, Erik quiero darte las GRACIAS.